La desesperación se vuelve evidente en el rostro de mujeres que tratan de ingresar al lugar donde el PRSC repartió ayer "funditas" para la cena de Nochebuena. Miles de personas, en su mayoría mujeres, llegaron a la Fundación Balaguer para recibir la donación, pero el deseo de no quedarse sin nada y hasta la mala fe de algunas que querían repetir, casi convierten el lugar en un campo de batalla.
Desorden
Con fundas por los aires, policías golpeados, insultos, desesperación y pleitos terminó ayer a las 3:30 de la tarde la repartición de raciones alimentarias en la Fundación Joaquín Balaguer, hecha por funcionarios del Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC).
La distribución de fundas se inició a las 9:50 de la mañana con 60 policías que intentaron controlar a miles de personas que se aproximaron a la fundación, procedentes de los Mameyes, Guachupita, Gualey y otros barrios pobres de la cuidad.
Muchas de las personas estuvieron presentes desde la madrugada para esperar la repartición de 50 mil raciones alimentarias.
Mujeres con bebés y niños, embarazadas, ancianas y jóvenes, fueron protagonistas del alboroto que se produjo en la fundación. Hasta empujaron a los hombres que esperaban su ración.
También fueron responsables de la agresión de la que fueron objeto policías, a quienes en algún momento se les oyó decir: "Con estas mujeres no hay quien pueda".
Muchas de ellas incluso se llevaron más de una funda porque dejaban con sus hijos, madres o amigas la ración que conseguían para volver a meterse en la fila después de cambiarse la ropa. Algunas lograron juntar hasta 6 raciones de comida o más.
En varias ocasiones las personas encargadas del reparto en el contenedor tuvieron que cerrarlo porque las personas comenzaban a empujarse y a tratar de subirse, provocando la desesperación de la Policía, que al final resultaron los únicos agredidos.
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