jueves, 28 de diciembre de 2006

Se cumplen 44 años masacre de Palma Sola

SAN JUAN DE LA MAGUANA.‑ Un día como hoy hace 44 años, el país y hasta otras naciones del Continente fueron estremecidos con la noticia de que en un apartado paraje conocido como Palma Sola, en la región Sur, no sólo habían sido asesinados cientos de hombres, mujeres y niños en cuestión de minutos, sino también un general de brigada del Ejército y herido gravemente un teniente coronel de de la Policía Nacional.

Lo que nunca imaginaron los ideólogos de Palma Sola, los que la instalaron y los que ordenaron la masacre, sobrevivientes o no, que 44 años después, ese hecho iba a formar parte importante de nuestra historia contenporánea, especialmente el personaje en nombre de quien se habría instalado Palma Sola, Olivorio Mateo, asesinado cuando combatía la intervención norteamericana del 1916 y que se extendió hasta 1924.

Para justificar la masacre de Palma Sola, ocurrida el 28 de diciembre del 1962, las autoridades de entonces, así como terratenientes, ganaderos y ricos de la zona, además de la Iglesia Católica, tejieron toda suerte de versiones, entre ellas que allí había armas de todo tipo y calibre, que había trujillistas infiltrados, guerrilleros cubanos, que se practicaban orgías sexuales, que la producción agraria se estaba llendo abajo porque los agricultores estaban abandonando sus conucos y sus bienes para irse a vivir a Palma Sola a practicar la hechicería, entre otras mentiras.

Pese a que desde que Olivorio Mateo decidió convertirse en guerrillero en contra de la primera ocupación norteamericana a territorio dominicano se inició una feroz campaña en su contra por historiadores de entonces y hasta de hoy, por las clases pudientes de esta zona, especialmente los ganaderos y terratenientes del valle de esta provincia, atribuyendole toda suerte de acciones "delincuenciales cometidas por él y por sus seguidores".

Pero poco menos de cien años después de su muerte, ese místico llamado Olivorio Mateo se puede decir que ha resistido los embates del vilipendio y hoy es todo un personaje que forma parte de nuestra historia contemporánea, a tal punto que ya una calle de esta ciudad lleva su nombre, en el sector Villa Flores.

Fue en el cuatrienio 1996‑2000 cuando las autoridades municipales de entonces, pertenecientes al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Fernando Oviedo como síndico, que contra viento y marea, resistiendo la oposición de los mismos sectores que siempre han tipificado a Olivorio como delincuente, que decidieron dar su nombre a esa calle.

Como legado de dicho personaje, en la sección La Maguana, especialmente en Maguana Arriba, en la falda de una montaña, queda otra reminiscencia del "olivorismo", La Agüita de Olivorio, que no es más que una fuente de agua que sale de la montaña de entre rocas y piedras hasta llegar a una pequeña plataforma, a donde martes y viernes de cada semana acuden cientos de peregrinos de todo el país a bañarse bajo el argumento o creencias de que tiene presuntos "poderes curativos".

Quienes acuden al lugar no sólo se bañan hombres y mujeres completamente desnudos, sino que hasta traen envases para llevar a sus casas "agua bendecida por el místico Olivorio Mateo". Para aquellos que no tienen en qué cargarla, ya en el lugar hay vivos que hacen su agosto cualquier mes vendiéndoles botellas u otros envases.

Palma Sola era un paraje de la sección Carreras de Yeguas, en la parte norte de Las Matas de Farfán, y recientemente ambos fueron ascendidos de categoría, el primero a sección y la segaunda a distrito municipal, por gestiones del entonces senador del PRD Fabián Antonio del Villar Aristy.

De sus mentores y guías esperituales, los hermanos Ventura Rodríguez, especialmente los llamados Mellizos, sólo sobrevive uno, el más aventajado, León Romilio Ventura Rodríguez (Mellizo), en el mismo lugar donde nació hace poco menos de 90 años, en el paraje Mata de Cao, del hoy distrito municipal de Carreras de Yeguas.

Fue el 28 de diciembre de 1962, a eso de las 2:00 de la tarde, que llegó un contingente de militares y policías comandados por el entonces general de brigada Miguel Rodríguez Reyes, auxiliado por el teniente coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, en una actidud de persuación y no de beligerencia, para que los mentores del movimiento lo desolvieran y abandonaran el lugar pacíficamente.

Pero para sobresa, cuando Rodríguez Reyes conversaba con Plinio Ventura Rodríguez, la principal figura de Palma Sola, alguien cuya identidad todavía se desconoce infirió una puñalada mortal al militar, y el resto es historia porque los militares presentes comenzaron a disparar a diestra y siniestra a todos los presentes, matando a centenares de hombres, mujeres y niños indefensos. Las armas que siempre se dijo que había en el lugar nunca aparecieron.

El único sobreviviente de los mellizos quedó vivo para contarlo, porque fue apresado y trasladado a Santo Domingo cinco días antes de la masacre y torturado por las autoridades de entonces, quienes 24 horas antes de la masacre lo montaron en un helicóptero, le entregaron un megáfono para que desde el aire exhortara a los presentes en Palma Sola a que abandonaran el lugar en forma pacífica y lo más pronto posible para evitar derramamiento de sanfre.

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