domingo, 24 de diciembre de 2006

Esta sociedad está podrida, por donde quiera que la aprietan sale pus

Rogelio Cruz:

La sociedad dominicana está podrida por los cuatros costados, una podredumbre tal, que sencillamente por donde que la aprieta lo que sale es pus. La afirmación corresponde al sacerdote Rogelio Cruz, quien está asistiendo en la parroquia Santo Domingo Sabio, en La Vega. Para el prelado católico, en el país no existe una institución en la que se pueda confiar, y lo que se da en el Estado, se repite en Junta de Vecinos, en el comité de padres y amigos de la escuela y en otros lugares.

“Es un modelo de corrupción que se da arriba, la corrupción afecta toda la sociedad”, dijo en el programa Matinal 5, al ser entrevistado por el licenciado Persio Maldonado.
“No se vislumbra ninguna luz o algún proyecto serio, …, los proyectos que existen son personales, de un grupo, partidos, no hay un proyecto de nación claro y definido, que pueda devolver la esperanza al pueblo”, sostiene.

Apunta que “en el país no existe un solo partido, sino un sistema con tres colores diferentes, es más de lo mismo, no existe ninguna diferencia”.

Pone de ejemplo lo que se está viviendo con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), con la lucha entre el presidente Leonel Fernández y Danilo Medina, por la nominación presidencial, donde “la gente está diciendo menos mal que se dividieron, porque ahí hay una brecha para poder respirar un poco”.

“El pueblo está esperando algo diferente y eso hay que construirlo entre todos”, sostiene. Afirma que frente a la repartición de canastas navideñas del presidente Fernández, el pueblo reacciona diciendo, “vamos a coger la migaja de lo que nos corresponde a nosotros, vamos a buscar porque eso se roban todos”.

El sacerdote Rogelio Cruz asegura que la situación del país es desesperanzadora, porque “nos estamos muriendo y cayendo a pedazos”.

“Yo noto que el panorama es muy desesperanzador y no se preve ninguna salida, es una problemática seria, porque no hay una institución en la que e pueda creer, una institución que tenga un proyecto de nación, que se pueda decir que en 15 ó 20 años habrá un avance”, asegura.
“Es una improvisación absoluta, es un quitate tu para ponerme yo, es sencillamente dónde está lo mío, dame lo mío,…única y exclusivamente, sostiene.

Dice que nunca se oye un discurso donde se esté pensando en la colectividad, en resolver los grandes problemas del país, que están acumulados y que todos conocemos, en que lamentablemente también está incluida la Iglesia.

“Porque te confieso que como Iglesia tenemos el Tercer Plan Nacional de Pastoral, un plan lindísimo, “es una acción pastoral no hacia adentro, sino hacia fuera, pero la problemática, es que nosotros los curas no estamos en eso, estamos en otra cosa, totalmente diferente, estamos enclavado en la crisis de la misma sociedad que prácticamente no ha arropado también como iglesia, tenemos que cuestionarnos y renovar eso”, se queja el sacerdote.

Refiere que entre los grupos oligárquicos del país escucha decir, la frase, si Dios quiere esto va a seguir igual, pero los pobres están diciendo lo contrario: si Dios quiere esto va a cambiar.
“Ciertamente que la gente está acudiendo a la iglesia, pero con un elemento interesante desde el punto de vista social, y es que buscan no una religión de compromiso, sino una religión de sentimientos para poder salir del paso”, precisa.

En otra parte de sus declaraciones, se identificó con el modelo del presidente Hugo Chávez, porque “ha asumido el compromiso, de las grandes riquezas que hay en Venezuela, a través del petróleo, ponerlo al servicio de los más necesitados, con programas sociales, no con dádivas”.
Contrario, a lo que dice ocurre en República Dominicana “donde se intentan hacer cosas”, pero el grado de asistencialismo, es más grande que lo que pueden en ese caso terminar, que es la transformación y la toma de decisión por parte de la gente”.

“Creo que todos los proyectos sociales tienen que tener esa primera parte, esa parte de asistencialismo, pero hay que enseñar a la gente a buscar sus propias soluciones”, aconseja.
Al ser preguntado si la solución de los problemas del país está en manos de la gente, responde sin titubeo, “ciertamente que sí”, pero que no deben seguir tomando a la gente como ingenuos o como si no tuviera ninguna capacidad.

Rogelio Cruz dice que la corrupción en el país lo arropa todo, porque “mientras más arriba están las cúpulas son más podridas”, lo que se da en el Estado, los partidos, y otros estamento.

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