jueves, 14 de diciembre de 2006

Buen Decreto

El decreto que prohíbe la venta de fuegos artificiales al público constituye una medida oportuna que evitará que niños y adultos mueran o sufran quemaduras y mutilaciones al manipular esos artefactos.

Al final de cada año se improvisan en calles y avenidas decenas de puestos que ofertan todo tipo de fuegos de artificiales, incluidos explosivos y material altamente inflamable, sin ningún control o regulación.

No se exagera si se afirma que durante los festejos de Navidad y Año Nuevo, los casos de accidentes por uso temerario de fuegos artificiales compiten en cantidad y gravedad con los causados por accidentes de tránsito o riñas.

En la mayoría de las naciones se ha prohibido o reglamentado la fabricación y comercio de artefactos pirotécnicos cuyo uso o manipulación se limita a personal calificado.
Es por eso que la ciudadanía debe aplaudir la decisión del presidente Leonel Fernández que prohíbe la venta libre de esos productos, que con explosión o incendios han sido causa de muchas muertes, invalidez y pérdidas materiales.

Se resalta también que el decreto dispone que fábricas de fuegos artificiales deberán solicitar permiso de acreditación y de registro sanitario, lo que evitaría que en cualquier traspatio se improvise una especie de polvorín que pone en peligro la vida de vecinos y de quienes manipulan pólvora.

El uso temerario de esos artefactos -tal y como se consigna en la disposición presidencial- constituye un peligro para la salud física, mental y social de la ciudadanía, y en especial para niños y adolescentes.

En vez de poner esos peligrosos artefactos en manos de menores o adultos sin pericia, la ciudadanía debería acostumbrarse al disfrute de exhibiciones de fuegos artificiales montadas por personal experto que garantiza seguridad y diversión.
Sería aconsejable que ayuntamientos o cualquier institución pública o privada patrocinen espectáculos pirotécnicos que den colorido a las fiestas navideñas sin poner en riesgo vidas humanas ni propiedades.

Ojala que el decreto que prohíbe el expendio y uso de fuegos de artificio se cumpla o se haga cumplir para que esta vez ningún niño o adulto muera o quede mutilado por causa de un comportamiento colectivo irresponsable o indiferente.

Editorial, periódico El Nacional, jueves 14 de noviembre

No hay comentarios: